"Si fracasa la aprobación de los acuerdos con Perú, Panamá y especialmente con Colombia, entonces ganaría Chávez y sería una derrota para las fuerzas democráticas en la región"
Esta semana un sinnúmero de periódicos titulaban, palabras más o palabras menos, así: “Negroponte agita el fantasma de Chávez para conseguir el apoyo del congreso”. Se referían a que el subsecretario del Departamento de Estado de los EE.UU., John Negroponte, había realizado una severa advertencia al Congreso norteamericano para presionar la ratificación del tratado de libre comercio por parte de los Estados Unidos con Panamá, Perú y Colombia. El alto funcionario expresó: “Si fracasa la aprobación de los acuerdos con Perú, Panamá y especialmente con Colombia, entonces ganaría Chávez y sería una derrota para las fuerzas democráticas en la región… demostraría lo que dicen los autócratas de que la democracia no brinda beneficios reales, que el libre mercado es un camino que lleva solamente a promesas vacías y que Estados Unidos no se mantiene al lado de sus mejores amigos”.
Recordemos que Colombia lleva 19 meses desde que Uribe firmó el tratado de libre comercio y el Congreso norteamericano no lo ha ratificado. Quizás por ello, el presidente colombiano llamó a Chávez y le brindó una tribuna al presentarlo como mediador y hombre de paz en la búsqueda de un acuerdo humanitario con las FARC de intercambio de rehenes por guerrilleros prisioneros del Estado neogranadino. En esta jugada, Uribe les mando una clara señal al Departamento de Estado y la Casa Blanca. Les dijo francamente que si no aprueban el tratado, entonces concertará con Chávez.
La respuesta de la administración Bush fue señalarle al Congreso norteño la situación donde Chávez ya controla 3 países casi como estados asociados a Venezuela: Cuba, Nicaragua y Bolivia. Los tres dependen económicamente del presidente venezolano. Los países centroamericanos y los del caribe reciben petróleo de Venezuela a precios y condiciones extraordinariamente ventajosas y ya el presidente Chávez ha demostrado que cualquier desacuerdo político o diplomático puede costar la suspensión del envío del crudo. Evoquemos el caso con el anterior presidente de República Dominicana. Brasil y Chile, por razones filosóficas y políticas, evitarán confrontaciones con Chávez. Argentina tiene como principal acreedor a Venezuela que compró su deuda externa al Banco Mundial entre otras pasivos australes. Uruguay y Paraguay se encuentran asistidos por Venezuela en distintas áreas. Ecuador, con Rafael Correa a la cabeza, se ha pronunciado a favor del socialismo del siglo XXI. Mientras tanto, México, Perú y Venezuela están reestableciendo las relaciones diplomáticas y políticas. Los gobiernos mexicano y peruano no tienen ninguna razón para confrontar al presidente Chávez. Por el contrario, México está ofendido y disgustado con los Estados Unidos por asuntos migratorios y la construcción de un muro entre sus fronteras y Perú al igual que Colombia espera el tratado de libre comercio. Ciertamente, creemos que hace falta algo más que asustar con un espectro a los jerarcas estadounidenses para contrarrestar la influencia del fantasma.
Fue en Londres donde Kart Marx y Friedrich Engels publicaron el Manifiesto Comunista en 1848. El primer párrafo que encabeza el documento declara: “Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo”. Esta aparición convertida en realidad ha durado más de un siglo y todavía da sus pataleos en Corea del Norte, Cuba y, en menor grado, en China. El fantasma del socialismo del siglo XXI no sabemos si durará, pero de lo que sí estamos seguros es que está empezando.
jueves, 20 de septiembre de 2007
UN FANTASMA RECORRE…
Vladimir Gessen.
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