Vemos con extrema atención el lanzamiento de Podemos conjuntamente con nuevos líderes como Raul Isaías Baduel y Marisabel Rodríguez en presencia de otras figuras como Leopoldo Lopez, Fabiola Colmenares y Roberto Smith. Más recientemente, Julio Borges ha manifestado que Primero Justicia también es Ni-Ni, aunque le costará quitarse la imagen del pasado.
Este espacio, situado en el verdadero centro político, crecerá y se alimentará del “chavismo” moderado o “disgustado”, a la vez que de la oposición que rechaza asimismo al “adecopeyanismo”.
Antes de la época de Acción Democrática y COPEI, existieron otros entes o instituciones de poder que dejaron de existir. Con el perdón de Henry Ramos Allup y de otros dirigentes adecos, creemos poco probable que Acción Democrática vuelva a gobernar. Tampoco COPEI, aunque haya renovado su liderazgo por los noveles dirigentes que hoy lo conducen, pero que ni siquiera se atreven a quitar definitivamente el nombre y usar solamente el de Partido Popular.
Cada cambio político generacional arroja un nuevo liderazgo. Esto significa el ocaso de las anteriores organizaciones sociales o partidos que igualmente comenzaron como vanguardias hasta que dejaron de serlo.
La oposición organizada tradicional ha tratado de mantener y aglutinar a la mayoría de venezolanos que no apoyan a Chávez con dirigentes como Enrique Salas Römer, Enrique Mendoza o, más reciente con Manuel Rosales, pero los opositores están tan cansados de Chávez, como del pasado “adecopeyano”, y de alguna manera, estos líderes mencionados recuerdan a AD y a COPEI. Quizás se escapen de este efecto algunos como Leopoldo Lopez y el “pollo” Salas Feo.
Pensamos que esta es la razón fundamental del por qué luego de 9 años, los denominados “Ni-Ni” siguen manteniendo un 30 % en promedio y de acuerdo a la última encuesta Datos, ahora se acercan al 40 %.
Los Ni-Ni no están con el presidente Chávez, pero si se trata de volver atrás, a la “cuarta república”, votarán “rojo-rojito”. Este es el punto clave. Ellos han votado siempre por el cambio y mientras la oposición no sea cambio, no sea futuro, sino “volver atrás”, lo seguirán haciendo.
Si AD, COPEI y sus derivados quieren sobrevivir tendrán que aceptar liderazgos como los de Baduel, Ismael García o Marisabel, que hoy rechazan, al igual que los oposicionistas radicales.
Si Chávez no quiere que algunos líderes nacionales y muchos dirigentes medios de su partido, el PSUV, no engrosen la fila de los Ni-Ni, tendrá que nombrar muchos nuevos vicepresidentes y otorgar unas cuantas “cuotas de poder”.
Lo curioso es que normalmente en tiempos de campaña electoral, el gobierno crea fuerzas o movimientos políticos anti gobierno para dividir el voto opositor, pero en este caso, el movimiento que impulsan Baduel y Podemos no se separan de la revolución bolivariana y podrían engrosar sus filas tanto con opositores como con los partidarios del gobierno. Esto situaría las próximas elecciones regionales en una elección no polarizada sino en una contienda de tres partes, virtualmente empatadas.
El gobierno tiene inmensos recursos y aparato político, pero el peso de una administración ineficaz, cada vez más al descubierto. La oposición cuenta con Rosales y Mendoza y la gobernación del Zulia, con la tacha de la “cuarta república”. El centro, o la “tercera vía” cuenta con dos o más gobernaciones y la desventaja de la imprecisión de su ubicación.
No habrá hegemonía en los resultados electorales y si no hay unidad del centro con la oposición, los tres sectores podrán obtener gobernaciones.
Vladimir Gessen.
lunes, 31 de marzo de 2008
LA VIA POLITICA DEL CENTRO EN VENEZUELA
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