Los cubanos ahora pueden comprar en los mercados que antes eran para extranjeros solamente.
El problema es que el costo de una lata de sardinas o un frasco de comida preparada no la pueden pagar en “chavitos” o pesos cubanos, sino en la moneda de cambio único convertible equivalente aproximadamente a 3 dólares 50. Un médico cubano o un ingeniero civil ganan unos 600 “chavitos” al mes, el equivalente a unos 17 dólares. El salario mínimo mensual es de menos de 5 dólares… Ahora Raul Castro informa que se permitirá la venta de computadores, videos, DVDs, y otros aparatos electrónicos… También, anuncia que los cubanos podrán ir a los hoteles turísticos. Ni el médico, ni el ingeniero pueden adquirir una computadora cuyo costo, puesta en Cuba, sería de unos 1,500 dólares, lo que representaría el sueldo de casi ¡8 años! ¡Mucho menos el asalariado!… tendría que pagar el jornal de un cuarto de siglo. La realidad es que los únicos cubanos que podrán comprar estos productos en la isla, y aprovecharse de estas prebendas y ventajas, serán quienes ya lo hacen: Los miembros de la elite del poder, o quienes puedan hacer un “resuelve” importante.Lo interesante de esto es que algo se empieza a mover en Cuba, pero debemos estar alertas porque la estrategia puede ser, realizar un cambio gatopardiano, aparente, para crear falsas esperanzas y dar la impresión de transformación, pero que en esencia, todo se mantenga igual.
Vladimir Gessen.