miércoles, 31 de octubre de 2007

LA OPOSICION DE LA OPOSICION

Si la oposición se equivoca al definir a su adversario, siempre será vencida.


La oposición de la oposición es el oficialismo. Pueden coexistir diferentes posturas dentro de la oposición si la característica fundamental es el desacuerdo y la disconformidad con la ideología, las acciones y/o la política del gobierno.
Toda estrategia diplomática, militar o política conlleva componentes vitales: Un objetivo estratégico, una táctica con sus variantes, las operaciones para alcanzan las metas estratégicas y tácticas, el escenario donde se va a ejecutar cada operación, la política de alianzas y la definición cierta del adversario. Si cualquiera de estos elementos está errado en su formulación la estrategia naufraga.
Se debe tener especial cuidado en determinar quién es el adversario y quiénes los aliados por razones obvias, un equívoco acarrearía la ruina de la estrategia.
Hitler traicionó su pacto con Stalin. Rápidamente Churchill y Roosevelt, junto a Eisenhower, comandante supremo de las fuerzas antifascistas, tomaron a la Rusia comunista como aliada y el planeta se libró de una de las peores tiranías de la humanidad. Luego Kissinger desarrolló una alianza estratégica entre EE.UU. y China, logrando que la extinta Unión Soviética perdiera un valioso socio político y económico, lo que a la postre contribuyó al derrumbe del imperio comunista.
Bolívar asumió a los ingleses por aliados y triunfó sobre la corona española. El Libertador luchaba contra un imperio colonial y no vaciló en buscar la ayuda de otro semejante para alcanzar su estrategia. Los anticomunistas Eisenhower, Churchill y Roosevelt se asociaron con Stalin para vencer al fascismo. Los EE.UU., con la política de alianza hacia China evitaron la conjunción de la URSS y la China comunista, salvando al mundo de un totalitarismo en su más alta expresión y de un enemigo ultra poderoso.
Es prioritario que los sectores opositores de Venezuela admitan que el único adversario es el oficialismo, su líder, sus dirigentes y sus aliados nacionales y extranjeros. Se deben dirigir todas sus estrategias, tácticas, planes y operaciones en contra del verdadero adversario.
Hacer oposición a la oposición, enfrentarse entre sectores de un mismo signo conduce al debilitamiento de potenciales aliados en determinadas coyunturas.
Concurren diferentes estrategias en la oposición. Unos movimientos creen que todavía hay espacio para la democracia y se plantean estrategias de mediano plazo para derrotar a Chávez. Otros piensan que por la vía constitucional, aplicando el concepto de resistencia o el derecho a la rebelión civil, se puede lograr la renuncia del presidente. Algunos plantean que el camino es el socialismo democrático, defienden la vigente constitución y llaman a votar en contra de la reforma. Determinadas agrupaciones políticas prefieren regresar a la democracia anterior a Chávez y una parte de la oposición luchará en la calle por sus derechos y probablemente convoque a la abstención en el referéndum sobre la reforma constitucional. Es complicado que tan disímiles posiciones puedan coaligarse, pero no se debe permitir que este hecho los convierta en adversarios. Proponemos e insistimos en que todos transiten su estrategia haciendo hincapié en señalar al único adversario, el oficialismo, y que el pueblo venezolano decida a quién acompañar mayoritariamente. Lo más elemental: No combatir ni enfrentar a los posibles aliados del presente y del futuro.

Vladimir Gessen

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