miércoles, 31 de octubre de 2007

CARTA ABIERTA AL AMIGO

Apreciado Marcel, como sabes estuve en la reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) donde se otorgaba el Premio de la Libertad de Expresión a ti y al equipo de prensa de El Observador.
Comenté antes de tus palabras que tu discurso sería trascendente porque seguramente revelarías un proyecto a futuro, sobre el papel de RCTV y de tu propia persona, en el acontecer y los sucesos por venir en nuestra querida Venezuela. Sin embargo quedé sorprendido y extrañado al ver que en lugar de ideas y conceptos claves presentabas un video de acontecimientos en el cual tratabas de hacer ver que los culpables del cierre del canal eran otras emisoras de televisión venezolanas y no la despótica y autoritaria decisión del presidente Chávez y de los extremistas del oficialismo que impulsan en nuestro país una sociedad vigilada y controlada.
Esperaba una proclama sobre la libertad de expresión de quien la perdió en su defensa. Pensé que darías a los editores y directores de medios de toda América, un testimonio dramático y vívido sobre lo que viene, sobre los cambios constitucionales, la reelección perpetua, la selección a dedo de las otras autoridades y poderes, la supresión de la libre expresión ante “estados de excepción” que el mismo gobierno decretará a su albedrío, la suspensión del debido proceso y los riesgos del derecho a la propiedad. Pero no, no hubo estrategia, no hubo propósito, no hubo mensajes cardinales. Solamente afloró el viejo reconcomio de la competencia entre televisoras… Marcel ¿Cuál fue el mensaje?... ¿Que debieron cerrar a todos los canales además de RCTV?... No, esa no es la vía. Todos quienes defienden la libertad de expresión deben permanecer. Algunos medios privados son más pro-gobierno que otros y algunos más pro-oposición, pero todos son útiles en una sociedad que se quiere enclaustrar en un pensamiento único. Cómo quisieran en Cuba los disidentes, poder contar con las televisoras, emisoras de radio y prensa escrita que existen aun en Venezuela, con todo y la autocensura que tengan que aplicarse a sí mismas. Esta segunda línea de defensa será vital para que el plan absolutista no pueda concretarse y la libertad permanezca en Venezuela con el socialismo o el liberalismo del siglo XXI. Estoy convencido que rectificarás.

De Vladimir Gessen para Marcel Granier.


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