Para postular sus candidatos a Alcaldes y Gobernadores el chavismo tiene que constituirse en organización política como partido. Pero, las contradicciones internas dentro del oficialismo presagian serios conflictos.
El chavismo es un sentimiento que no ha cuajado en organización. Es un impulso fundamentado en seguir a un líder pero sin saber adonde se dirige. En el oficialismo encontramos distintas posiciones, unas coincidentes y otras totalmente divergentes.
Por una parte, tenemos al “chavismo sin Chávez”, fracción que propugna la fortaleza de principios, doctrina y organización, sobre el individualismo y el culto a la personalidad. Los principales exponentes que han dado la cara hasta ahora son Raúl Isaías Baduel, María Isabel Rodríguez y el partido PODEMOS con Ismael García, Didalco Bolívar y Ramón Martínez, a la cabeza. Eduardo Semptei también se ha expresado y de alguna manera se han hecho sentir Iris Valera y Luis Tascón. Sin embargo, la lista de “chavistas sin Chávez” dentro del oficialismo es interminable. Pudieran estar “encubiertos” por lo menos la mitad de los dirigentes y muchos de ellos presentándose como los más leales y servidores del líder.
Igualmente, es obvio que en la conformación del partido de gobierno se harán evidentes las facciones existentes. Encontramos, el grupo de “los militares” liderados por Diosdado Cabello, Jesse Chacón, Pedro Carreño, Luis Felipe Acosta Carlez y Francisco Ameliach. El grupo de “los civiles camaradas” en donde figuran Juán Barreto, Desiré Santos Amaral y Jorge Rodríguez. El grupo de “los civiles incondicionales” como Carlos Escarrá, Nicolás Maduro y Cilia Flores. El grupo de “los revoltosos” en el que se incluyen Iris Valera y Luis Tascón. El grupo de “los comecandela” con el Alcalde Bernal y las cuadrillas “marxistas-leninistas”.
Todo esto sin contar los grupos de cada uno de los gobernadores que a su vez se asocian con otros mandatarios regionales y sin el grupo de “los empatados” como son los camaradas del partido comunista y de Patria Para Todos.
Todos estos componentes se hacen una sola pregunta: ¿Quiénes tomarán el control del partido oficialista e impondrán a los candidatos para las elecciones que se avecinan?... y, cada uno de los factores en pugna intentará tomar el mando. Primero, la diatriba será para escoger a los alcaldes y gobernadores este año, luego para seleccionar a los futuros asambleístas en el 2010 y por último, para decidir quien será el candidato presidencial del 2012.
Además, el propio líder junto a sus incondicionales intentará, de una forma u otra, volver a poner en el tapete la necesidad de su reelección como única alternativa para continuar la revolución.
Imaginemos que Diosdado Cabello ganara la gobernación de Miranda en 2008. ¿Significaría que Chávez perdió con la reforma pero Diosdado recupera el espacio perdido por el comandante? ¿Podría entonces ser el abanderado para la presidencia en el 2012? ¿Que ocurriría si los votos de los gobernadores chavistas triunfantes sumaran cerca de los 7 millones de sufragios y se redimieran los 3 millones que Chávez perdió con su reforma? ¿Validaría este hecho al chavismo sin Chávez?
¿Chávez va a jugar a la derrota de Diosdado, Barreto, Bernal o Acosta Carlez para castigarlos por perder la reforma? o, por el contrario, los va ayudar a ganar aunque esto signifique el entierro de su reelección.La pugna, queridos lectores, apenas comienza.
Vladimir Gessen
viernes, 11 de enero de 2008
LA PUGNA EN EL OFICIALISMO
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